Tiene detractores y fanáticos alrededor del globo… Pero lo concreto es que las novelas de Isabel Allende (1942) son traducidas a decenas de lenguas y venden millones ejemplares, y cada novedad de su autoría es todo un acontecimiento en el mundo literario y editorial.
Así vuelve a demostrarlo con Mi nombre es Emilia del Valle, el nuevo libro con el que la autora chilena prosigue la denominada Saga del Valle, iniciada en 1982 con La casa de los espíritus, donde se narra el origen de la familia Trueba en Chile, y prosiguió con Hija de la fortuna (1999) y Retrato en sepia (2000).
Ambienta en la ciudad de San Francisco en 1866, la historia publicada este mes por Plaza & Janés cuenta la historia de la hija de una monja irlandesa y un aristócrata chileno que niega su paternidad. Emilia, rompiendo los prejuicios de su época, se convierte en una reconocida reportera que viaja a Chile a cubrir la guerra civil, y en medio de ese conflicto bélico debe enfrentar su historia familiar para hallar sus raíces…
Contraportada
San Francisco, 1866: una monja irlandesa, embarazada y abandonada por un aristócrata chileno tras una apasionada relación, da a luz a una niña a la que llama Emilia del Valle. Criada por su cariñoso padrastro, Emilia se convertirá en una joven brillante de gran personalidad, autónoma e independiente, que desafiará las normas sociales de su tiempo para profesar su verdadera pasión y vocación: la escritura.
Con tan solo diecisiete años, publicará novelas de aventuras bajo un pseudónimo masculino. Pero, enseguida, su mundo ficticio se le quedará pequeño y decidirá optar al puesto de periodista que se le ofrece en el periódico local para vivir de cerca la realidad.

Tiempo después, se le presentará la oportunidad de viajar como corresponsal a la ferviente guerra civil en Chile y no dudará en tomarla. Junto al avezado periodista Eric Whelan, Emilia se encontrará una nación en quiebra, al borde del abismo. Mientras cubre el conflicto bélico entre el presidente Balmaceda y el congreso rebelde, aprovechará la estancia en el país para explorar sus vínculos con la familia Del Valle y poder, al fin, conocer a su padre.
Sus reportajes la situarán en el centro de la guerra, soportando situaciones de terrible violencia en el campo de batalla, en el hospital de sangre y en la cárcel, donde varias veces se debatirá entre la vida y la muerte. Al tiempo, vivirá —y sufrirá— el amor y conocerá también, entre bosques, lagos y volcanes, una tierra donde no llega el horror de la guerra y donde, tal vez, acabe descubriendo no solo su destino sino su propia identidad.
Una cautivadora e inolvidable historia de amor y de guerra, de descubrimiento y redención, protagonizada por una mujer que, enfrentada a los mayores desafíos, sobrevive y se reinventa. Emilia del Valle es desde ya un personaje inolvidable del universo más fértil de Isabel Allende…
Algunas líneas leídas por Isabel Allende
Para reforzar lanzamiento mundial de su nueva obra, la propia Isabel Allende leyó para sus seguidores en redes sociales algunas líneas de Mi nombre es Emilia del Valle: